Días.
El viento está furioso, arranca las estructuras de fierro y las desparrama por las calles.
Cae la lluvia y desde la pequeña ciudad descubro aquél ángulo entre las montañas desde donde alguna noche, también de lluvia, me observé desde aquel panorama.
Me voy.
Adiós Sur, adiós hueco emocional llamado valle.
Hermosos días nevados llenos de introspección, gracias, llegué a la conclusión y recordé sabiamente que debía hacer.
Escuchar, si, me escuché.
El miércoles son mis 26 y lo celebraré rodeada de mujeres, las lobas de este año, en círculo, cantando nuestras risas y llantos, savia húmeda, sabiduría intacta, allí, donde la dejé antes de nacer y donde la encuentro hoy y mañana, dentro mío.
Muy dentro mío vive.
Galopan en mis adentros todas las posibilidades de vida presente, gratitud inmensa al milagro.
sábado, 13 de febrero de 2016
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