Camino.
Perla caminaba en el campo cuándo se topó con
una nube que se interpuso, negros, grises y blancos le inundaban sus ojos, no
podía salir, ahogada peleaba y peleaba a garrotazos, pero cada vez la nube la
enredaba más y más.
De repente, ya casi inmovilizada en el suelo
la nube cede gracias a un viento proveniente del lado oeste, - Es un espíritu,
gracias, dijo.
Pudo tomar aire y con fuerza, agarrándose
fuertemente de los pastos que como sogas, la ayudaron a desenredarse y… salir…
Al fin.
Perla siguió caminando y al darse vuelta,
allí estaba la nube, entonces miró rápido hacia adelante, respiro profundo y
siguió caminando sin mirar atrás, porque cada vez que lo hacía, la nube que tan
lejos estaba, se aproximaba.
Llegó a su cabaña donde la recibía su
presente, una historia de amor y todos los animales del bosque.
Vegetales.