Galopan en mis adentros todas las posibilidades de vida presente, gratitud inmensa al milagro.

Galopan en mis adentros todas las posibilidades de vida presente, gratitud inmensa al milagro.
Aquel destierro nos ha hecho fuertes.

jueves, 20 de septiembre de 2012


- Cuándo el diamante se vaporice y seamos fuego, el animal sabrá y volverá hacia mí.

Cuándo el tiempo se cristalice, la cascada cesará y el volverá hacia mi.

Tendré mi camiseta y estaré en el trampolín, deseando, deseándote.

-       Hablamos para crear.

domingo, 16 de septiembre de 2012


El intentó mostrarme la periferia y yo intenté… no mucho más que él, algún regocijo de los complicados que siempre me gustaron.
Mi corazón recae en cada amanecer, siempre fui blanda aunque mi piedra endurezca.
Día medieval, que intentas decir, papel y dolor.
Pasa el tiempo… mi conejo aún me da suerte, pero no vivirá para siempre.
Teléfono, es alguna nueva idea.
Misterio, histeria, crezco, caigo, suelto, atraigo, no volveré, siempre estuve aquí.

Tengo miedo de quemar mis devociones y acciono de plástico irrompible, prueba y error en aquellos carros, acarrea mi idea… mi inútil idea… mi idea… solo mía.

A nadie le importa.

Las personas cambian, a cada instante cada cerebro humano asimila sueños y realidades que desprenden emocionalidad y nos hacen cambiar…ya  no ser los mismos.
A veces no puedo entender porqué las personas a mi alrededor cambian tanto o si soy yo que cambio más que ellos.
Por elección propia, consecuencia o adaptación, cambiamos.
Me pregunto si hay líneas.
Líneas donde hay miles de tiempos y todos los días o en un tiempo determinado, prescrito en otras mil líneas, dice hacia donde nos dirigimos.
Los miedos, las felicidades, el amor y el desamor, el dinero, la pobreza, la desesperación y la paz.
¿Todo influye o no?
Cada día me acerco más a mi madre, ella me cuenta historias increíbles sobre la humanidad.
Yo aprendo y… cambio.
Aprender te hace cambiar, crecer te hace cambiar, llegar al sol me hace cambiar

Camino.
Perla caminaba en el campo cuándo se topó con una nube que se interpuso, negros, grises y blancos le inundaban sus ojos, no podía salir, ahogada peleaba y peleaba a garrotazos, pero cada vez la nube la enredaba más y más.
De repente, ya casi inmovilizada en el suelo la nube cede gracias a un viento proveniente del lado oeste, - Es un espíritu, gracias, dijo.
Pudo tomar aire y con fuerza, agarrándose fuertemente de los pastos que como sogas, la ayudaron a desenredarse y… salir… Al fin.
Perla siguió caminando y al darse vuelta, allí estaba la nube, entonces miró rápido hacia adelante, respiro profundo y siguió caminando sin mirar atrás, porque cada vez que lo hacía, la nube que tan lejos estaba, se aproximaba.
Llegó a su cabaña donde la recibía su presente, una historia de amor y todos los animales del bosque.
Vegetales.