“Cuándo en la mañana el tiempo se alinea con ellas.
Las aguas
permanecen intactas, como las dejé.
En el río los
ojos de mi ave favorita sonríen, como queriendo robar algo del cielo.
Quizás seré yo
mismo, inventando las formas de mi mente, quizás tú no las ves.
Hubo un día en
el que paró de llover y mi laberinto no encontró la llave…
Hubo un día en
el hallé el libro y comencé a escribirlo en color…
Mi nido de flamencos, mujeres.
El poder de la
imaginación, es el poder de los pensamientos.
Quizás era por eso...”
No hay comentarios:
Publicar un comentario